El glaucoma es una dolencia progresiva que afecta al nervio óptico y se asocia a menudo con la presión ocular alta. Es indoloro y puede estar latente sin síntomas durante décadas, incluso en ojos de visión perfecta, por lo cual requiere una detección cuidadosa
Su detección incluye el control de la presión ocular y una evaluación del nervio óptico. Dado que el glaucoma tiene un componente genético, es importante conocer si algún miembro de la familia ha tenido o tiene esta enfermedad ocular, así como realizar revisiones periódicas.
Es una afección progresiva muy lenta que puede estar décadas para causar ceguera. Ocurre a menudo a partir de los 50 años, pero existen muchas excepciones.
En general, no hay signos o síntomas de advertencia temprana de glaucoma de ángulo abierto (crónico). Se desarrolla lentamente y, a veces, sin pérdida de visión notable durante muchos años.
La mayoría de las personas que tienen glaucoma de ángulo abierto se sienten bien y al principio no notan un cambio en su visión porque la pérdida inicial de la visión es de visión lateral o periférica, y la agudeza visual se mantiene hasta el final de la dolencia.
En el momento en que un paciente es consciente de la pérdida de visión, la dolencia suele estar avanzada. La pérdida de visión debida a esta dolencia no es reversible con tratamiento ni con cirugía.
Por el hecho que el glaucoma de ángulo abierto tiene pocos signos o síntomas de advertencia antes de que ocurra el mal, es importante hacerse revisiones oculares con regularidad. Si se detecta glaucoma durante un examen ocular, su oftalmólogo puede recetarle un tratamiento preventivo.
Su detección incluye el control de la presión ocular y una evaluación del nervio óptico. Dado que el glaucoma tiene un componente genético, es importante conocer si algún miembro de la familia lo ha padecido o padece, así como realizar revisiones periódicas.
Sus formas crónicas pueden tener graves consecuencias para la visión antes de que los signos y síntomas sean aparentes por lo que debemos conocer estos factores de riesgo:
Afortunadamente, una vez detectado, el tratamiento es muy efectivo y generalmente requiere el uso de gotas diarias para los ojos. La monitorización esmerada de la dolencia es más que importante.
Las pruebas diagnósticas que realizamos en la clínica son las más avanzadas:
El nervio óptico, a la parte posterior del ojo, transporta información visual al cerebro. Como las fibras del nervio óptico están dañadas, la cantidad y la calidad de la información enviada al cerebro disminuyen y se produce una pérdida de visión.
Podría ser, pero no se dará el caso si se diagnostica en una fase temprana. El glaucoma a menudo se puede controlar y produce poca o ninguna pérdida de visión. Si no se trata, se verá afectada primero la visión periférica y, a continuación, la visión central, pudiendo derivar en ceguera.
El glaucoma primario de ángulo abierto a menudo se desarrolla lentamente y sin dolor, sin signos de alerta tempranos. Puede destruir gradualmente tu visión sin que lo sepas. La primera indicación de tener glaucoma puede ocurrir después de haber perdido un poco de visión.
El glaucoma de cierre de ángulo agudo resulta de un bloqueo repentino de canales de drenaje al ojo, provocando una rápida acumulación de presión. En esta forma de la dolencia tendréis una visión borrosa, la aparición de halos o anillos de colores alrededor de las luces, y dolor y rojez en el ojo.
Un examen optométrico completo incluirá pruebas de glaucoma. Un procedimiento sencillo e indoloro denominado tonometria mide la presión interna de los ojos. Vuestro optometrista también comprobará la salud del nervio óptico y medirá vuestro campo de visión.
Suele tratarse eficazmente con gotas para los ojos y medicamentos que hay que tomar con regularidad. Algunos casos requieren una terapia láser o una cirugía. El objetivo del tratamiento es prevenir la pérdida de visión mediante la reducción de la presión del líquido en el ojo.
Desafortunadamente, no. No se puede restaurar ninguna visión perdida como resultado de esta enfermedad. Por eso, los exámenes oculares preventivos regulares son tan importantes. Los servicios de rehabilitación de baja visión, que incluyen el uso de dispositivos ópticos especializados y la formación, pueden beneficiar a las personas con pérdidas de visión graves por glaucoma.
No se puede prevenir. Pero la detección y el tratamiento precoz pueden controlarlo y reducir las posibilidades de pérdida de visión.
Clínica Oftalmològica del Penedès, des del 2008 en Vilafranca del Penedès cuidando vuestros ojos.
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