Ojo seco

¿Qué es el ojo seco?

El síndrome de ojo seco ocurre cuando el ojo no genera suficiente lágrima, esta es de poca calidad, o la lágrima que produce se evapora demasiado rápido (es el llamado ojo seco evaporativo, asociado sobre todo a la fijación visual sostenida).

Más allá de la connotación sentimental, la lágrima cumple una función esencial en el mantenimiento de una superficie ocular sana. Las capas más superficiales de la córnea y la conjuntiva requieren estar constantemente bañadas por este fluido y sus nutrientes. Un ojo sano está cubierto por una fina capa de lágrima, la llamada película lagrimal, que se mantiene estable entre parpadeo y parpadeo. De esta forma se consiguen los dos objetivos fundamentales de la lágrima, mantener estos tejidos sanos y aportar calidad visual.

Síntomas del ojo seco:

Causas y factores potenciadores del ojo seco:

Prevención del ojo seco

Si tienes ojos secos, presta atención a cuáles son las situaciones potenciadoras de esta patología y trata de evitarlas.

Evita que el aire te sople en los ojos. No apuntes a los ojos con secadores de pelo, climatizadores de coches, aires acondicionados ni ventiladores.

Humedece el aire. Emplea un humidificador para humedecer el aire seco del interior.

Usa gafas envolventes u otra protección ocular. Se pueden agregar protectores de seguridad en la parte superior y lateral de las gafas para bloquear el viento y el aire seco. Pregunta por los protectores en tu óptica habitual.

Descansa los ojos durante tareas largas. Si lees o haces tareas que requieren alta concentración visual, descansa los ojos periódicamente.

Cierra los ojos durante unos minutos. O pestañea varias veces durante unos segundos para esparcir las lágrimas uniformemente por los ojos.

Ten en cuenta el ambiente. El aire a alturas elevadas, en zonas desérticas y en aviones puede ser extremadamente seco. Si pasas tiempo en estos lugares, puede ser útil cerrar los ojos con frecuencia durante unos minutos para minimizar la evaporación de las lágrimas.

Coloca la pantalla del ordenador o tableta por debajo del nivel de los ojos. Si las pantallas están sobre el nivel de los ojos, tendrás que abrir más los ojos para ver la pantalla. Este hecho favorece la evaporación de la lágrima.

Deja de fumar y evita el humo. Si fumas, pídele al médico que te ayude a crear una estrategia para dejar de fumar que sea adecuada para ti. Si no fumas, aléjate del humo ajeno. El humo empeora los síntomas de los ojos secos.

Usa lágrimas artificiales periódicamente. Si sufres ojos secos crónicos, usa gotas incluso cuando sientas que los ojos están bien para mantenerlos lubricados.

Procedimientos para combatir el ojo seco

Lágrimas artificiales
Son la piedra angular en la prevención y tratamiento del ojo seco. Cuando el ojo está insuficientemente lubricado, ya sea por falta de volumen o calidad de la lágrima, o por excesiva evaporización de ésta, es necesario sustituirla mediante la aplicación frecuente de lágrimas artificiales, idealmente sin conservantes.

En los casos de ojo seco en los cuales además de la falta de lubricación exista inflamación ocular, habrá que añadir un tratamiento antiinflamatorio o inmunosupresor. Otros tratamientos incluyen el suero autólogo, colirios regenerativos con factores de crecimiento o el uso de tapones lagrimales.

IPL
La terapia de luz pulsada intensa (IPL) es un tratamiento común que se utiliza para tratar la dolencia crónica del ojo seco y la disfunción de los párpados de las glándulas de Meibomio. La terapia IPL para el ojo seco es uno de los enfoques más innovadores para tratar esta dolencia.

“Si se presentan síntomas de ojo seco de forma habitual hay que hacer una revisión para que no empeore. El ojo seco requiere un estudio exhaustivo de sus causas y un abordaje específico y especializado que solo puede llevarlo a cabo un especialista en oftalmología”

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