Ojos y Coronavirus

El COVID 19 es un virus que se contagia entre humanos vehiculado por el líquido que emitimos cuando tosemos y estornudamos. También por parte de la saliva que expulsamos cuando hablamos. El coronavirus puede permanecer suspendido nebulizado en el aire y, como reconoció la Organización Mundial de la Salud (OMS), también puede darse transmisión aérea y contagio. Esto lo anunció después de las evidencias presentadas por 239 científicos de 32 países que señalaban que el virus puede estar en suspensión en forma de micropartículas durante horas siendo especialmente preocupante en espacios cerrados y donde haya aglomeraciones de gente. Más información sobre esta incidencia la encontraréis en un artículo de la BBC publicado en julio de 2020.

Este virus puede provocar enfermedades leves como el resfriado común, u otras más importantes como la bronquitis, la neumonía y la insuficiencia renal. Los casos más graves pueden ser potencialmente mortales sobre todo para personas con alguna inmunodeficiencia o patología crónica.

Ojos y coronavirus tienen una relación menos estrecha a nivel de transmisión puesto que es difícil que nos contagiemos por las lágrimas de otra persona. Ahora bien, hay que señalar que las membranas mucosas del cuerpo son las más susceptibles a la transmisión del virus. Y los ojos son una membrana. De todas formas la transmisión del Covid19 es por contacto; cuando tocamos un objeto contaminado y después nos llevamos la mano a la boca, nariz o los ojos nos podemos infectar. Por eso se recomienda el uso de mascarillas y lavarnos muy bien las manos con jabón o emplear soluciones hidroalcohólicas. Llevar gafas en lugares mal o poco ventilados tampoco es una mala idea.

Ojos y Coronavirus

El coronavirus puede provocar sintomatología ocular tanto por afectación directa como indirecta.

Conjuntivitis vírica

La conjuntivitis vírica es la inflamación de la conjuntiva, que es la mucosa que cubre la parte anterior del ojo y el interior del párpado, provocada por la infección del ojo mediante un virus. Los principales virus que afectan la conjuntiva son el Adenovirus y el Zoster, que es el del herpes. Es la conjuntivitis infecciosa aguda más usual tanto en niños como en adultos y también se la conoce como “ojo rosa” por la tonalidad que coge el ojo al estar infectado. La mayor incidencia se da en los últimos meses del año. Es un proceso común y considerado leve que se resuelve solo y, según el tipo de virus, puede ir acompañado de fiebre, dolor de cabeza o garganta. Se ha comprobado que el Covid19 también puede provocar conjuntivitis vírica pero en menor medida que la que causan el Adenovirus y el Zoster. Se tiene que ir con mucho cuidado con la conjuntivitis vírica puesto que tiene altos índice de contagio.
Puede durar entre una y cuatro semanas.

Los síntomas más comunes acostumbran a ser enrojecimiento del ojo, picores, lagrimeo, fotosensibilidad, legañas e hinchazón de ojos.
La prevención pasa por no tocarse los ojos, lavarse las manos a menudo, no compartir cosméticos como rímel o sombras de ojos e higienizar las lentillas antes de su uso.
El tratamiento más habitual son lavados del interior del ojo con suero fisiológico y emplear, según el virus que provoca la infección, colirios y gotas artificiales.

Retinopatía y Toxicidad macular

Uno de los tratamientos que más se está empleando contra el coronavirus es la cloroquina. En dosis muy altas y en largos tratamientos puede provocar retinopatía. No acostumbra a darse con mucha frecuencia puesto que los tratamientos contra el Covid19 no suelen ser demasiado largos.
La retinopatía por hidroxicloroquina se caracteriza por una maculopatía bilateral y suele presentar una imagen denominada «ojo de buey”. Al principio la agudeza visual en estos pacientes puede ser excelente. Sin embargo, si el tratamiento con hidroxicloroquina continúa, puede darse pérdida de agudeza visual. En casos avanzados, la degeneración macular puede afectar a toda la retina con pérdida de la visión periférica y nocturna. Cuando aparece la imagen «ojo de buey» el proceso es prácticamente irreversible. Por eso hay que hacer un seguimiento muy cuidadoso de pacientes de Covid19 que hayan tenido tratamientos muy largos con este fármaco. En el artículo de la revista Actualidad Médica encontraréis más información.

Ojo seco

El síndrome de ojo seco ocurre cuando el ojo no genera suficiente lágrima, esta es de poca calidad, o la lágrima que produce se evapora demasiado rápido.
Provoca ardor o picor en los ojos, mucosidad viscosa, mayor sensibilidad a la luz, enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, dificultad para emplear lentillas, problemas para conducir por la noche y ojo lloroso.
Cada vez más a menudo nos encontramos en la consulta con personas que desarrollan ojo seco sin tener ninguna afectación anterior. Tanto nuestros doctores como otros especialistas lo atribuimos al uso prolongado de las mascarillas. Como la exhalación normal queda obstruida por la mascarilla, el flujo de aire que emitimos sube hacia arriba, hacia nuestros ojos y acelera la evaporación de las lágrimas. La película lacrimal tiene una capa grasa que la protege y retrasa la evaporación natural de las lágrimas. El flujo de aire caliente, húmedo y constante desestabiliza esta capa protectora lípida, aumenta la evaporación de la película lagrimal provocando los síntomas de ojo seco y de sensación de cuerpo extraño en nuestros ojos.

Aquí no hay prevención posible puesto que, frente a lo que puede provocar un contagio de coronavirus, el ojo seco es un mal bastante menor.

La solución pasa por emplear a menudo lágrimas artificiales. Pueden ser lágrimas artificiales de gel que alternaremos con otras que tengan algún componente lipídico. Tenemos que aplicárnoslas incluso cuando sintamos que los ojos están bien para mantenerlos muy lubricados. Lo más sensato es comprarlas en la farmacia o en vuestra óptica de referencia.
También podemos recurrir, en casos extremos, a la Terapia de Luz Pulsada Intensa conocida como IPL. Es un tratamiento común que se utiliza para tratar la enfermedad crónica del ojo seco y la disfunción de los párpados de las glándulas de Meibomio. La terapia IPL para el ojo seco es uno de los enfoques más innovadores para tratar esta enfermedad.

Sea cual sea vuestro caso, en la COP estamos preparados para hacer una profunda y completa revisión ocular y solucionarlo. Evidentemente, con todas las medidas y protocolos de seguridad necesarios que garantizan vuestra seguridad y la de nuestro equipo.

En la Clínica Oftalmològica del Penedès miramos por tus ojos!

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