Oftalmología pediátrica. Prevención y soluciones

La oftalmología pediátrica es la especialidad que trata las dolencias visuales infantiles. Los niños continúan desarrollando vías neurológicas desde sus cerebros que afectan la visión hasta los 12 años. La revisión y tratamiento de forma temprana evitará complicaciones e incomodidades. Desde dolencias escondidas hasta el fracaso escolar.

Cuando nacemos tenemos todas las estructuras oculares cumplidas pero nuestro sistema visual todavía no está del todo desarrollado. La maduración del sistema y la capacidad visual se irá consolidando a medida que nuestra corteza cerebral va recibiendo estímulos. Es fundamental que estos estímulos lleguen desde los ojos a la corteza cerebral de forma apropiada y más o menos simétrica durante los primeros años de vida.

La agudeza visual mejora desde que nacemos y sobre los 3 años es, aproximadamente, de un 50%. Es alrededor de los 5 años cuando conseguimos el 100% de nuestra agudeza visual. A partir del 7 o 8 años la plasticidad visual disminuye. Durante este periodo de la vida es fundamental detectar aquellas anomalías que puedan impedir un desarrollo visual normal puesto que, si no se detectaran a tiempo, podrían provocar secuelas irreversibles para toda la vida. Para diagnosticar estos problemas oftalmológicos en los niños es necesario que los padres seamos conscientes de la necesidad de realizar una serie de revisiones con nuestro médico especializado en oftalmología pediátrica.

Trastornos oculares de aparición temprana

Desgraciadamente estos trastornos oculares no se pueden prevenir, pero es muy importante detectarlos precozmente puesto que pueden provocar otras alteraciones oftalmológicas adicionales.
A nivel de oftalmología pediátrica  se recomienda estar atentos a las principales manifestaciones nos los niños de posibles trastornos oculares para tratarlos inmediatamente. Señalar que muchos problemas de visión durante la infancia su asintomáticos.
Las primeras y principales manifestaciones serían: torcer mucho el jefe, parpadeo constante, dolores de cabeza, visión borrosa, achinamiento y fregamiento de ojos, visión doble, acercarse a los objetos, enrojecimiento ocular, giro asimétrico del ojo.

Los principales trastornos oculares de aparición temprana son:

  • ambliopía u ojo perezoso
  • desalineación de los ojos
  • error refractivo asimétrico entre los ojos
  • miopía temprana
  • hipermetropía temprana
  • astigmatismo temprano
  • bebés bizcos
  • nistagmus: temblor ocular

Hay algunas patologías que se dan entre los neonatos:

  • glaucoma congénito
  • obstrucción del lagrimal
  • cataratas congénitas
  • retinopatía del prematuro

Muy a menudo, los bebés nacen con signos evidentes de anomalías oculares que una buena oftalmología pediátrica puede abordar inmediatamente. Los padres saben qué esperar, el tratamiento empieza tan pronto cómo es posible y las probabilidades de que nuestros hijos continúen con un normal desarrollo, aumentan exponencialmente.

Aparte de las patologías incorporadas desde el nacimiento hay otros que desde muy pequeños pueden surgir o agravarse como consecuencia del uso masivo e indiscriminado de móviles y tabletas. La más común es la miopía; donde antes era adquirida genéticamente y ahora ya no. Otra afección es el ojo seco. En nuestro artículo “niños y móviles» encontraréis más información al respecto.

Consecuencias de los trastornos oculares de aparición temprana no tratados

Fracaso escolar: es uno de los más comunes en casos de problemas de refracción como pueden ser miopía, hipermetropía o astigmatismo.  Hay que tener en cuenta que el 80% del que asimilamos lo hecemos a través de nuestros ojos. En este sentido tiene también mucha prevalencia la dislexia.

Aislamiento: muchas veces se dan conductas asociales puesto que el niño o la niña puede negarse a participar en juegos y actividades donde se pone a prueba a su agudeza visual, especialmente si son en grupo o deportes de equipo.

Psicológicos: el más común es el problema de autoestima. Provocado normalmente por la incomprensión del niño o niña en su dificultad de lograr los objetivos del aprendizaje. En ocasiones agravados por el aislamiento y por las relaciones interpersonales tóxicas que se pueden producir.

Físicos: serán todos los derivados del crecimiento descontrolado y no monitorizado de las dolencias visuales que tenga. A partir de los 10 años se hace mucho más complicado corregir algunas de ellas. También pueden surgir nuevas dolencias derivadas de las primeras.

Medidas preventivas

El conjunto de las medidas preventivas activas y pasivas a aplicar favorecerán una visión sana o una visión con dolencias controladas y no expansivas.

Revisiones

Bebés: para descartar problemas oculares genéticos y el impacto en la salud de trastornos potencialmente graves, como la catarata congénita infantil o el retinoblastoma. La eficacia demostrada de las intervenciones tempranas para mejorar el pronóstico de estos trastornos, justifican la inclusión de la inspección ocular y el reflejo rojo como un componente esencial de la exploración del neonato y del lactante. Estas revisiones son especialmente recomendables en casos de bebés prematuros o bebés con bajo peso puesto que son más propensos a sufrir ciertas dolencias oculares.

Primer año: conoceremos la situación visual del niño o niña. En esta revisión valoraremos su graduación exacta y haremos la exploración del interior del globo ocular y la retina para descartar patologías que puedan requerir un tratamiento médico inmediato.

Entre 1 y 3 años: diagnosticaremos posibles alteraciones de motilidad ocular  , estrabismo y ojo vago o ambliopía. En esta edad los niños y niñas empiezan a colaborar y es más sencillo realizar determinadas pruebas, como la evaluación de la agudeza visual.
A partir de los 3 años: conviene llevar a cabo revisiones oftalmológicas periódicas, siguiendo las directrices de la oftalmología pediátrica, con el objetivo principal de prevenir, controlar y corregir.

Juegos

Tenemos que favorecer todos aquellos juegos que estimulen y fortalezcan las habilidades visuales de los niños y niñas. Aparte de pasar un buen rato en familia aumentaremos su agudeza visual, la visión lateral, la percepción visual y la rapidez de enfoque.
En la imagen de debajo encontraréis la selección de juegos, que ha hecho nuestra Optometrista comportamental y pediátrica Sandra Busto del Campo, para que se diviertan a la vez que hacen gimnasia visual.

Luz

La mejor prevención de la miopía es pasar más tiempo al aire libre. Hay que alejar los niños y niñas de los dispositivos móviles y hacer que pasen más tiempo fuera de casa o a la terraza. Un estudio llevado a cabo por el Dr. Pei Chang Wu,  jefe del servicio de oftalmología del Kaoshiung Chang Gung Memorial Hospital de Taiwán, demuestra la reducción de aparición de miopía infantil relacionada con los mayores ratos de luz natural.
Se observó y concluyó que después de aumentar en el horario escolar las actividades en el exterior, la visión de los niños mejoró, ora evitando la aparición de miopía, ora retrasando su aparición y su evolución a formas graves de la misma. Si queréis más información leed nuestro artículo El patio y la prevención de la miopía 

En la Clínica Oftalmològica del Penedès contamos con un departamento profesional de oftalmología pediátrica desde donde haremos todas las revisiones y el seguimiento de los ojos de vuestros hijos e hijas.

¡En la COP miramos por sus ojos!

 

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